viernes, 18 de diciembre de 2009

Lérida abre por fin los primeros tramos de la autovía a Huesca

Tercer y último tramo leridano.

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Con más de un año de retraso sobre el calendario previsto, el Ministerio de Fomento abrió ayer dos de los tres tramos leridanos de la autovía Lérida--Huesca hasta Almacellas, la variante este. El tercer y último tramo de la parte leridana, la variante de Almacellas hasta el límite de la provincia, no estará acabado hasta mediados del 2011. La A-22 ejercerá entonces su papel como vía rápida para conectar la zona mediterránea, los Pirineos y el Cantábrico.

Estos 9,2 kilómetros, en los que Fomento ha invertido 70 millones de euros, son para el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán, "un paso de gigante", al formar parte del futuro "corredor viario que va a unir el Mediterráneo con el Cantábrico". Morlán lo definió como el segundo eje del Ebro, que saldrá de Tarragona y pasará por Lérida, Huesca, Jaca (A-23), Pamplona (A-21) y llegará hasta San Sebastián.

Con este argumento explicó que la autovía, tan reclamada por instancias como las cámaras de comercio, es algo más que una infraestructura para facilitar las relaciones "entre la gente de Lérida y la gente de Huesca", porque mejorará la actividad económica de los dos territorios.

QUEJA EMPRESARIAL A los empresarios de Lérida, los 9,2 kilómetros les han "sabido a poco", según el presidente de la Cámara de Comercio, Joan Simó, para quien la autovía "empieza a parecerse en la tardanza a la de Lérida-Barcelona". La apertura al tráfico de los dos tramos ha tenido que esperar más de tres años desde el inicio de obras, en noviembre del 2006, cuando los operarios empezaron a arrancar árboles y viñas.

En el primer tramo, de 3,7 kilómetros, entre Lérida y La Cerdera, la mayor singularidad es un túnel de 432 metros, y en el segundo, hasta la variante este de Almacellas, un acueducto que da continuidad al canal de Aragón y Cataluña. Estos dos tramos se suman a otros dos ya en servicio de los nueve que tiene la vía. En la parte aragonesa solo estaban abiertos la variante de Monzón y el tramo El Pueyo--Ponzano.

El primero de los tramos todavía cerrados que empezará a recibir vehículos será el de Barbastro. "Espero que sea en febrero", dijo Morlán. Prevé que a finales del 2010 o mediados del 2011, cuando se acabe la variante de Almacellas, toda la autovía estará en servicio, a excepción del tramo entre Huesca y Siétamo, que se retrasará por el estudio de impacto medioambiental.

Fuente: elperiodicodearagon.com